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En la etapa Póvoa do Varzim - Marinhas, nos dirigiremos hacia el mar desde Póvoa de Varzim y continuaremos durante la mayor parte del recorrido. Una vez más, tendremos que prestar mucha atención al viento y a la proximidad del mar, ya que facilita las escaldaduras.
Esta etapa también incluye momentos icónicos del Camino de Santiago de la Costa, como los fotogénicos molinos de viento de Apulia, que merecen un momento para ser observados.
Para salir de Póvoa de Varzim, sólo hay que mirar hacia la playa y seguir el gran muro contra el océano Atlántico. En este punto, en las zonas menos turísticas donde la naturaleza aún no tiene (tanta) mano humana, vuelve la pasarela de madera para ayudarnos a cruzar.
La Praia de Santo André es un punto de referencia para acoger a los peregrinos. Aquí, además de los lugareños, los excursionistas de fin de semana, que pasean sin saberlo por uno de los caminos de Santiago, hay cafeterías y otros servicios. También hay un depósito de conchas dejadas aquí por los peregrinos. Le sugiero que deposite aquí también las suyas.
Los cinco molinos son ahora patrimonio cultural, pero no hace tanto tiempo eran un lugar de trabajo. Aprovechando los fuertes vientos, la población hacía pan con la naturaleza. Hoy es uno de los paisajes más reconocibles del Camino.
Justo antes de Esposende tenemos Fão. Un pueblo con un centro histórico encantador y natural que lleva construido al menos cinco siglos. Aquí es donde se cruza el puente peatonal hacia la ciudad principal, por lo que es el lugar perfecto para comer y descansar un rato.
La encantadora Marinhas se encuentra en medio de una carretera. Sin embargo, al cruzarla, se tiene la sensación (real) de estar entrando en uno de los muchos pueblos de Portugal. Aquí recomendamos alojarse en el albergue municipal, escondido entre las casitas y en un gran espacio verde perdido en medio de la campiña portuguesa.
En principio, no. Las flechas amarillas están claramente marcadas en el suelo. Si tiene alguna duda, mire a su alrededor y vea en qué dirección se dirigen los demás caminantes. Otra idea es preguntar a alguien cómo llegar a la iglesia de Carvalhido.
Los incidentes suelen ser mínimos y muchas personas hacen el viaje solas. Sin embargo, la seguridad puede ser subjetiva. Muchos senderistas hacen la ruta, así que si tienes miedo siempre puedes pedir ayuda.
Esta es la etapa más urbana de la ruta portuguesa. A la entrada de Vairão, la diferencia en el paisaje natural es notable.