La etapa Marinhas - Viana do Castelo nos aleja del mar y nos acerca a las montañas sagradas de la antigua ruta. Aunque no son difíciles, algunas subidas después de la iglesia de Santiago en Castelo de Neiva pueden hacer que nuestros gemelos se quejen un poco al final del día, pero nada del otro mundo. 

Cuando eche de menos caminar junto al mar, no tiene más que mirar a su alrededor. Desde la cima, podrá vislumbrar el maravilloso Océano Atlántico que llama a todos los peregrinos en esta etapa de la ruta. No obstante, aproveche al máximo este viaje al verde profundo de la naturaleza. Hay secretos peregrinos en cada edificio. 

Al llegar a Viana do Castelo, cruce el puente y diríjase a la ciudad. Si quiere descansar un día, hay monumentos que le encantarán, como el Centro de Interpretación del Camino Portugués de la Costa o, si aún tiene fuerzas, suba los 659 peldaños de la escalinata de Santa Luzia y visite la Cofradía del mismo nombre. 

Salida:

 

Marinhas - Viana do Castelo: Fotos

Marinhas - Viana do Castelo: Itinerario

R: Marina

Marinhas sigue cerca de la carretera principal que nos lleva a decidir si ir por mar o por montaña. La idea es seguir recto hasta toparse (como siempre) con las flechas amarillas. Habrá momentos en los que habrá que prestar extrema atención a los coches que pasen.

Esta iglesia de inspiración medieval del siglo XVII comparte con los peregrinos un espacio para contemplar la interesante arquitectura de varios de los monumentos del norte de Portugal. Esta combinación de azulejos azules y orígenes humildes recuerda la tradición portuguesa de hacer mucho con poco. 

Después de una subida inusual en estos parajes, cuando el agua empieza a saber más blanda de lo habitual, tenemos aquí, en la Iglesia Parroquial de Castelo do Neiva, un lugar donde descansar y volver a poner la cantimplora de camino a casa.

Según los historiadores, se trata de la evocación más antigua de Santiago en territorio portugués, ya que data del año 862. Fue encontrada durante las obras de restauración del edificio, y el registro se remonta al obispo Nausti, antiguo obispo de Coimbra.

Está abierta al público y puede verse desde la entrada de la derecha.

Aunque pasamos por lugares mágicos como la Iglesia Parroquial de Santiago de Anha o hermosos paisajes donde el verdadero espíritu del camino se muestra en todo momento, hay un lugar que no podíamos dejar de mencionar. Aquí, nada más pasar la iglesia de Santiago, hay un mercado sin dueño, pero con comida, agua y refrescos y sillas. Sólo tienes que coger lo que quieras y decidir lo que pagas. Gracias a los responsables. 

Tras un largo y estrecho puente (que se puede evitar) tomando un ferry a la ciudad, llegamos a Viana do Castelo. Esta etapa, aunque larga, no es difícil. El albergue está justo al otro lado de la vía del tren y, si se tienen fuerzas, conviene dar un paseo por la ciudad, que bien merece una visita.

Marinhas - Viana do Castelo: Mapa

Tienda de camino