El Camino de Santiago es una institución milenaria. Durante siglos, los peregrinos han recorrido esta ruta sagrada con zapatos poco ajustados y sin caminos a la altura. Sólo los más ricos podían tener la suerte de viajar cómodamente en un animal de carga.
Sin embargo, hoy en día incluso podemos hacer el Camino de Santiago en bicicletaA estas personas se les llama peregrinos en bicicleta. ¡Pero hay que prestar atención a algunos detalles! En este artículo, hablaremos de las ventajas de hacer este viaje en otro medio de transporte, lo que no te puedes perder y, al final, ¡una sugerencia! ¡Adelante, porque estamos a punto de empezar!
Hacer el Camino de Santiago en bicicleta te da más tiempo.
Mientras que se tarda aproximadamente una hora en recorrer seis kilómetros a pie, en ese tiempo se pueden recorrer 20 kilómetros en bicicleta. En otras palabras, si haces etapas similares a las sugeridas en la página web, llegarás mucho antes al lugar donde te esperan los albergues.
Esta situación nos permite explorar a nuestro antojo las partes más recónditas del Camino de Santiago, adentrándonos en lugares y rutas que nunca habríamos imaginado en otro momento, sobre todo con las restricciones del tiempo y el cansancio.
También ganamos un tiempo precioso para descansar, descubrir la mejor comida de esta maravillosa ruta y conocer a la buena gente de estas tierras.
Y lo que es mejor, en los meses de mayor demanda de la ruta, los bicigrinos consiguen llegar primero a los albergues municipales, que a menudo funcionan por orden de llegada.
Hablando de eso, hablemos de las mejores épocas del año para recorrer el Camino de Santiago.
Las mejores horas para ir en bici a Compostela
Como vimos en el artículo sobre las etapas de Oporto a la capital gallega, los mejores meses para ir en bicicleta a Santiago son mayo, junio y septiembre. Por dos razones:
- El tiempo es más suave. El calor es constante en estas zonas durante los meses de verano. La combinación de la fuerza del sol y la brisa hace que la carrera se vea menos afectada por el calor extremo.
- Menos caminantes. Por supuesto, es bueno saber que el Camino de Santiago nunca se hace solo. Es más, cuanta más gente, mejor. Pero con peso y medida. Porque cuanta más gente comparta esta aventura con nosotros, más llenos estarán los restaurantes, albergues y demás alojamientos.
Entre la primavera y el final del verano, es cuando debes reservar tu viaje. Prepara las piernas porque ni siquiera necesitas ahorrar para ir al gimnasio:
Es más barato ir en bici.
Como todas las afirmaciones, ésta tiene truco. Si tienes que comprar la moto y el equipo -como la ropa y el casco-, está claro que no va a ser un viaje barato, ya que gastas más en el transporte que en el viaje en sí.
Sin embargo, al ser una aventura más rápida, pasando menos días (si se quiere) en el Camino, también gastará menos en comida y alojamiento. A pie, la métrica utilizada es de 1 euro por kilómetro. En bicicleta, como el kilómetro es más corto, vale menos. Al final del día, incluso puedes salir a cenar a mejores restaurantes, por lo que no te sobra dinero en la cartera.
No obstante, ¡asegúrate de no comer demasiado!
Para recorrer el Camino de Santigo en bicicleta, hay que estar en buena forma.
Si para mucha gente hacer la peregrinación es simplemente poner un pie delante del otro -incluso hay muchos ejemplos de personas que ni siquiera se han preparado para hacer el Camino de Santiago-, esto no puede ocurrir en bicicleta.
El Camino de Santiago es tanto mental como físico, por lo que al realizarlo en bicicleta hay que tener capacidad de concentración, estar centrado en todo momento, para evitar caídas y otros accidentes.
También tenemos que estar acostumbrados a hacer esas travesías sobre dos ruedas. No cualquiera puede pasar tantas horas sentado en el sillín, subiendo montañas y recorriendo 70 kilómetros.
Pero no tengas miedo. No tienes por qué tenerlo. Froome, sólo tendrás que realizar un entrenamiento más exigente en el futuro cercano.
Eso y saber un poco de mecánica (de bicicletas).
Durante el Camino de Santiago, pasamos muchas horas solos en medio de la nada. El lugar perfecto para aflojar la cadena de tu compañera, por supuesto. Lo mejor es saber cómo mantener la bicicleta en marcha. Y para eso, necesitas las herramientas y el equipo adecuados, ¡como un botiquín de primeros auxilios para dos ruedas!
Lo que no debe faltar en su kit para ahorrar en bicicleta
Navaja suizaEstos amigos de los Alpes siempre resultan útiles. Sea cual sea el problema, tienen una herramienta para la ocasión.
Una desmontadora de neumáticos: O una espátula. Esta herramienta es ideal para emergencias, en caso de que necesites cambiar un neumático.
Lubricante para bicicletas:Vas a hacer muchos kilómetros sobre dos ruedas, así que debes cuidar bien tu medio de transporte. La hidratación es esencial para ti y para tu bicicleta.
Cámara de aire y parches para neumáticos: para cuando se rompe un neumático . Necesarios incluso para travesías cortas.
Bomba manual: El camino desgasta tu bicicleta, por lo que en algún momento necesitarás inflar tus neumáticos.
¿Qué tomar?
Ya hemos escrito un artículo sobre qué llevar en el Camino de Santiago, pero nunca hemos hablado de las bicicletas. Aunque muchos imprescindibles no cambian, como la crema solar, el sombrero y el calzado cómodo, ¡otros siempre hay que adaptarlos a los bicigrinos!
Empecemos por la ropa.
La licra. El invento del siglo (pasado) para los ciclistas de todo el mundo. Los que estéis acostumbrados, sabréis lo importante que es contar con la elasticidad que este material ofrece a los peregrinos sobre ruedas. Además, el culotte también será importante e imprescindible para la comodidad durante el viaje. Esto combinado con un top adecuado para sortear el viento, el calor o ¡incluso el frío!
Un casco también será importante, si no obligatorio, para mantener una total seguridad durante el viaje. También ayudan a protegernos del sol o a mantenernos frescos, así que asegúrate de elegir bien a este compañero de viaje.
Las zapatillas adecuadas para el ciclismo. Quienes no practican este deporte o son habituales del Tour de Francia quizá ni siquiera sepan que existe este tipo de calzado. Sin embargo, serán importantes para mantenerte a salvo de la suciedad y el agua que puedas encontrar en la ruta. Además, a menudo tendrá que abandonar su medio de transporte para ver los lugares de interés, conseguir que le sellen el certificado o comer algo. No sólo hay que ir cómodo en bicicleta.
¿Y dónde llevo la mochila?
Llegados a este punto, probablemente te estés preguntando cómo te las arreglas para llevar todo esto a la espalda. Pues bien, ése es el último lugar donde un bicigrino debería poner sus bártulos. Lo mejor es llevar alforjas de bicicleta (mochilas propiamente dichas, como su nombre indica), para poder moverse sin demasiada dificultad.
El Camino de Santiago en bicicleta
En definitiva, hacer el Camino de Santiago en bicicleta es, como todas las rutas, un momento de aventura y una forma de viajar totalmente diferente a la que estamos acostumbrados.
Y aquí está la sugerencia que prometimos al principio. Respóndenos a una pregunta, ¡por favor! ¿Has hecho el Camino de Santiago en bicicleta? ¡Cuéntanoslo todo en los comentarios!